domingo, 19 de agosto de 2012

EQUIPOS DE TRABAJO: HORIZONTALIDAD

Supongo que, como en cualquier trabajo de equipo que se quiera preciar de exitoso, la horizontalidad debe ser un valor imprescindible.
Sin esta cualidad donde predomina el compartir vivencias e ideas, más allá de las diferencias de opinión, no podremos tener éxitos deportivos a largo y corto plazo.
Hace ya un largo tiempo en el que por decisión propia (debo decir tomada correctamente) me propuse trabajar acompañado de un grupo de personas para formar atletas salonistas. Y es que mi costumbre viene de cuando era deportista de equipo, no hay otra explicación.
Por lo tanto ha sido un paso natural en mi camino de aprender a ser un entrenador de futsal.
Muchas veces me equivoco en algunas posturas respecto a los jugadores, y son mis compañeros de equipo quienes ayudan a encarrilar la situación, o a ver entre líneas algunas situaciones que escapan a mi visión.
Y no siempre se valoran estos aportes. Es mas, se suelen evitar opiniones externas sobre como manejar el equipo, ya que esto amenaza el liderazgo que podemos ejercer sobre los deportistas.
En realidad, si simplificamos el manejo de un equipo, sea el nivel que fuera, nos daremos cuenta que cinco cerebros piensan mejor que uno, diez ojos ven mejor que dos...y así sucesivamente.
Nada de estos aportes o experiencias colectivas puede amenazar un liderazgo, que debe ser algo natural y consensuado. Los deportistas eligen quien los entrena, en definitiva ellos son los que eligen su guía.
Hay algunos que todavía creen en las dictaduras, y no en las democracias al respecto de manejar un grupo.
Todo por supuesto debe tener un marco, donde las reglas de convivencia y los roles juegan un papel importante para entender la mecánica de un grupo y sus vaivenes.
Un vestuario conflictivo quizás sea la oportunidad de trascender el éxito, o hundirnos en el fracaso.
Pero sin dudas, que todo es en conjunto, así la derrota como el triunfo.
Simbiosis entre cuerpo técnico y jugadores, esa es la pura verdad, aunque nos cueste aceptarlo.
En un deporte de colaboración-oposición como el futsal, ya es suficiente con los obstáculos que propone el rival, para agregarle los conflictos propios.
Sin equipo no hay sueños alcanzables, ni ilusiones por conseguir...tampoco un trabajo que nos haga sentir plenos, es indudable la dependencia que tenemos respecto a nuestros compañeros.


La eficacia de un equipo estará determinada por este aspecto, el compartir una meta, un camino, disfrutar de los mismos anhelos.
Podemos ser héroes, o villanos sino llegamos a entender este matiz.
Y de nada sirve pensar en absolutos, todo es tan relativo como el universo.
Aquel que cree saber mas que los demás, acaba agobiado por su propia ignorancia.
Nuestra existencia es vivir en la dulce incertidumbre del aprendizaje, está en cada uno adaptar esa circunstancia a nuestras motivaciones. 
Debemos proponer nuevas estructuras de equipo, es desde ese lugar donde mas aprendemos y crecemos, nuestro pares y los jugadores son nuestros maestros, no debemos olvidar esta situación real.
Yo me regocijo todos los días con lo que me enseñan mis compañeros de equipo, los atletas y los niños de la base en formación.
Creemos saber tanto, y en realidad no sabemos nada, todos los días estamos aprendiendo: no debemos perdernos esto, somos afortunados al aprender de otras personas.
En definitiva, la sal de la vida. 

miércoles, 1 de agosto de 2012

Juego asociado

La vida a veces nos pone en situaciones de privilegio, nos muestra que hay gente con la misma pasión, que lucha codo a codo por el bien de nuestro deporte, y hace coincidir los momentos para compartir desafíos y hazañas. Mi amigo Pache sabe que continuamos escribiendo en este libro algunas historias más para disfrutar, un abrazo compadre y todo el éxito en esta nueva etapa.
Pache Barrientos es el entrenador de la selección de Río Grande Futsal, Martin Bonvehi de la de Ushuaia.