jueves, 26 de abril de 2012

Construir desde la innovación

Estas reflexiones sobre algo tan hermoso y complejo como construir, me vienen diariamente cada vez que me encuentro en el arduo camino de la innovación.
Y es que la innovación en realidad la producen determinadas personas que son muy afortunadas por el don de poder pensar mas allá de las diferencias y los obstáculos en nuestro querido deporte.
En otra frecuencia nos encontramos otros miles de personas que admiramos a los innovadores del futsal moderno, y que tenemos la ilusión y el deseo de poder ser parte de algo tan motivante como un proceso de construcción con nuevas fórmulas, con creatividad.
Cada uno desde su propio plano o realidad, determinado por la formación, la sociedad a la que pertenece, la ubicación geográfica, los medios económicos, los recursos humanos y técnicos, y la propia capacidad de sorprenderse ante nuevas situaciones. 
Permitirse creer y soñar es fundamental, aún percibiendo que muchas personas catalogan esta actitud de utópica o romántica: fuera de la realidad (aunque como sabemos son solo puntos de vista según don Jesús Candelas).
En este punto austral del mapa mundial, donde la historia se escribe sobre un libro que recién hace muy poco tiempo se ha fabricado, la innovación es un tabú para muchos.
El impacto que provocan los cambios nos lleva a transitar caminos pedregosos y sin señales concretas de llegar a buen puerto.
Cientos de veces por semana hay que revisar los mapas y retroceder sobre los pasos para tener la certeza de que estamos en el camino correcto, porque también uno cruza mercaderes, forasteros, aborígenes y grandes pensadores de lo que nunca aconteció.
Y quizás la parte más difícil de superar son las cuestas escabrosas, que te tumban una y otra vez, provocando las burlas de aquellos ociosos de siempre.
Mi relato se ha desvirtuado como en una película del viajero del fin del mundo, y es que estos parajes y sus protagonistas poseen esas apariencias.
El futsal es innovación constante, por sus estructuras, su historia, sus reglas, su identidad.
Y Ushuaia es también un lugar donde desde el principio hubo que innovar para adaptarse a su rudeza climática, y a su lejanía de la civilización, muy a pesar de la actual globalización.
Mis metáforas solo quieren describir y compartir con Uds. las dificultades que se presentan aquí habitualmente cuando las fronteras del conocimiento son vulneradas para producir el cambio.
Sin infraestructura donde entrenar, ni dinero para conseguirla, porque la ciudad no posee gimnasios suficientes, o con rivales que solo están atentos a mezquinar apostando al fracaso personal de sus ocasionales oponentes, por dar algunos ejemplos.
Esta descripción de situaciones no intenta ser un lamento, todo lo contrario...es para compartir.
Porque seguramente en muchos pueblos del mundo hay personas que necesitan mas pabellones y gimnasios para entrenar, intentar confraternizar con aquel rival ocasional que tiene los mismos problemas, que intenta también trascender las falencias de un deporte nuevo y sin suficiente apoyo público y privado.
Injustamente comparado con otro deporte masivo, eclipsado por los medios de difusión del mismo.
Pero innovador de sus metodologías de entrenamiento, porque sus estrategias son relativas como la expresión espacio - tiempo, por la constante búsqueda de aprovechar al máximo sus posibilidades.
Tengo la certeza que esa provechosa realidad donde los recursos son tan escasos, nos provocan a los salonistas la creciente innovación de nuestras posibilidades de construir.
Y que las adversidades son oportunidades, no solo obstáculos en nuestro camino.

2 comentarios:

  1. Excelente locución Martincho. La realidad que nos circunda a veces nos apabulla, pero seguiremos innovando, luchando contra viento y marea en beneficio de nuestros jóvenes deportistas. Abrazo.

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  2. Hay gente que ve en los obstáculos la mejor de las excusas para no continuar. Otros los usamos de acicate.

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